¿En qué consiste?
Es la rotura o lesión del material genético del espermatozoide. Cuantas más lesiones presente el ADN espermático menor será la integridad del material genético y menores las probabilidades de que se produzca un embarazo a término.
En algunos casos el ovocito tras la fecundación puede compensar esas roturas del ADN espermático, pero esto va a depender del grado de fragmentación y de la calidad del ovocito que está ligada a la edad de la paciente.
Causas que lo provocan
Pueden ser intrínsecas o inducidas por factores externos. Como la maduración incorrecta de los espermatozoides que provoca un empaquetamiento no adecuado de la cromatina nuclear del espermatozoide produciendo lesiones en el ADN o fallo en el proceso de selección de los espermatozoides, no eliminando los que tienen lesiones en el ADN y apareciendo espermatozoides fragmentados en el eyaculado. Y entre los factores externos la exposición a radio/quimioterapia, varicocele, episodios febriles, exposición elevada temperaturas, enfermedades inflamatorias agudas y crónicas, los radicales libres, el tabaco, el alcohol, el café…
Test de fragmentación y tratamiento
Método para medir los niveles de fragmentación del ADN, dándonos como resultado el porcentaje de espermatozoides que presentan el ADN intacto y fragmentado. Siendo el valor de corte de normalidad recomendado para este test del < 30% de espermatozoides fragmentados.Este test es complementario al Seminograma ya que este último no valora la integridad del material genético espermático sino otros parámetros como la concentración, motilidad y morfología de los espermatozoides.
El tratamiento a seguir es con antioxidantes que pueden reducir significativamente los niveles de fragmentación del ADN en algunos casos.
Indicaciones
Este test estaría recomendado en casos como: Infertilidad idiopática o desconocida, fallos repetidos de en ciclos de reproducción, abortos de repetición, varicocele, mala calidad embrionaria, en varones con edad superior a 45 años, episodios febriles…